El nombre de Faulkner apareció en el libro de Hollywood de los años 1940, City of Nets, leído por los Coen al tiempo que creaban Barton Fink. De la misma forma que los guiones de Mayhew, Barton Fink tiene un «luchador bueno» —parece ser Barton— y un «luchador malo» —Charlie— que se «enfrentan» entre sí al final. Lo que sí recuerdan desde ACNUR es la experiencia española en la lucha contra el terrorismo y cómo debería tenerse en cuenta en el caso de que se produjeran este tipo de filtraciones. Como el Demonio, promueve el mal en sí mismo: enfermedad, esclavitud y dolor. Finalmente, la empresa draculeana fracasa gracias a que Van Helsing logra convencer a sus compañeros victorianos sobre la naturaleza del mal que los acecha. Y finalmente, Drácula como tirano usurpa lo más importante: el alma humana. En la poética del tirano plasmada en Drácula, la seducción es uno de los aspectos recurrentes. En Drácula, Stoker fija el Paso de Borgo como frontera exacta entre los dominios de lo mágico y el espacio-tiempo real, esto es, el límite de la civilización y del tiempo.
Su desarrollo urbano está fuertemente influenciado por el impacto del turismo lo que lo ha llevado a convertirse en uno de los principales destinos turísticos de Europa. Vale decir que esta característica es un acierto de Stoker, pues pincela sutilmente rasgos ejemplares de los déspotas de la Europa del Este, muy influidos por la cultura turca de los siglos XV y XVI. El tirano representa una contradicción a la legitimidad del poder, pues usurpa jerarquías, derechos y constituciones que funcionan precisamente como muros de contención frente a ambiciones personalistas. Tampoco han instalado una pistola de fogueo automática como ha hecho un vecino de Tacoma. El vampiro como bestia se asimila al lobo, al murciélago y a los elementos de la naturaleza, y puede llegar a una verdadera consubstancialidad física con las energías telúricas elementales. El dominio que Drácula ejerce sobre sus esclavizados es también poética de la que el tirano ejecuta sobre pueblos y hombres: somete a estos a la oscuridad del capricho, a la obligación del culto, a una cultura de dependencia. Se espera que todos estos hallazgos ofrezcan como resultado un panorama general sobre el estado de la naturaleza del mundo que proporcione evidencias de que el mundo se enfrenta al riesgo de una sexta ola de extinción.
El peligro aún se halla en el continente, donde el oscurantismo y el atraso siguen instalados en la psique colectiva, aguardando el momento para dar el salto y regarse sobre las naciones de progreso. Ese pasado arrinconado, rechazado hace tiempo y prisionero en la oscuridad, se alza de repente para invadir el mundo de la luz, el progreso y la consciencia. No obstante, aún después de recuperar los derechos, Ibáñez siguió apoyándose por un tiempo en colaboradores, dando lugar a varias historias apócrifas más. Tener como preceptor a un maestro mitad bestia y mitad hombre significa que al príncipe le es necesario saber hacer uso de una y otra naturaleza, pues una no puede durar mucho tiempo sin la otra. Todos ellos son cautivos en sus mentes de una tiranía nocturna que, con la orden adecuada, los obliga a perpetuar la red de corrupción moral y física que el vampiro ha instaurado.
Despotismo, superstición, oscuridad estas son las sombras que arrastra el vampiro y que intentan colarse entre las grietas del orgullo victoriano, fundado en el dogma científico y la seguridad racionalista. A Todo TV (Yayo y Pichu): parodia a los programas de cable de bajo presupuesto del interior del país. Este deporte ha logrado bastante arraigo en la población, principalmente en la región andina del país. Nadie puede resistirse al uniforme de un oficial, y menos si le llevas al cielo con este disfraz de piloto de caza para hombre. El tirano suele tener en su personalidad carismática y avasallante un arma principal para atraerse la admiración y la adhesión de quienes aspiran a alguna supremacía o beneficio a través del padrinazgo de un hombre fuerte. Nada otorga el tirano sin programar un cobro, que a menudo será costosísimo para el deudor. 1. El que no se entera de nada. Un horrible, estúpido y asqueroso chico que está en el mismo salón de clases de Zim y Dib.